Un polinomio es una expresión algebraica formada mediante la unión de dos o más constantes y variables, relacionadas a través de operaciones de resta con los polinomios se pueden llevar a cabo distintos cálculos.

Para realizar una resta de polinomios, es necesario agrupar los monomios (las expresiones de un único término) de acuerdo a sus características y proceder a la simplificación de aquellos que resultan semejantes. La operación en sí se realiza sumando el opuesto del sustraendo al minuendo.
Tomemos el siguiente ejemplo: P(x) − Q(x) = (4×3 + 2x − 5) − (3×3 − 4×2 + 5x)
Según lo explicado anteriormente, tenemos que modificar los signos del sustraendo para realizar la operación: 4×3 + 2x − 5 − 3×3 + 4×2 − 5x. Como se puede advertir, los signos del minuendo no cambian (4×3 + 2x − 5).
Hecho esto, debemos agrupar y simplificar los monomios: 4×3 − 3×3 + 4×2 + 2x − 5x − 5.
Finalmente completamos la operación de acuerdo a los monomios que quedaron: x3 + 4×2 − 3x − 5.
El resultado de la resta de polinomios (4×3 + 2x − 5) − (3×3 − 4×2 + 5x) es, en definitiva, x3 + 4×2 − 3x − 5.
Otra forma de restar polinomios consiste en escribir el opuesto de cada uno debajo del otro. Así, los monomios semejantes quedarán encolumnados y podemos proceder a sumarlos.
Es importante tener en cuenta que no importa cuál de las técnicas de resta de polinomios elijamos: el resultado de la operación, siempre que se realice correctamente, será el mismo.
Los polinomios tienen diversas aplicaciones fuera del ámbito de las matemáticas y, del mismo modo que ocurre con muchos otros conceptos a simple vista demasiado específicos, no siempre somos conscientes de ello.
IMAGEN DE LA RESTA DE POLINOMIOS
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